PERIODISMO DIGITAL
Los medios de comunicación comenzaron a acercarse a la
web para publicar contenidos entre 1993 y 1995 y el primer medio en hacerlo era
de Estados Unidos. Según, Pablo Boczkowski (en su libro Digitalizar
las noticias), “los diarios en los Estados Unidos, en
su búsqueda de alternativas frente a la publicación impresa orientada al
consumidor masivo, pasaron de la exploración de una serie de posibilidades en
la década de 1980 al asentamiento en la web aproximadamente en 1995”.
Por ejemplo, en mayo de 1993, el del diario
estadounidense The Chicago
Tribune comenzó a publicarse en forma digital a través de la
red Online/AOL; en noviembre de 1994, el británico Daily Telegraph sacó su versión
online.
Los periódicos,
la radio y la televisión
tradicional tienen espacios de
participación para sus
audiencias, en Internet se reciben respuestas, reacciones y análisis de los
internautas de manera instantánea en diferentes canales de conversación, foros
y otros sistemas en donde el usuario puede manipular la información de manera
libre. Internet es el gran medio de comunicación sin cabeza y sin orden, capaz
de informar y de desinformar en donde todos podemos opinar.
El periodismo se
hizo digital cuando entró en la
Red. Este momento se produjo
de una manera
lenta y paulatina
sin saber cuando
el primer periodista escribió una
nota en la Red. El periodismo digital tiene la virtud de que los enlaces que
crean tienen una inmensa integración de la información. Los artículos
periodísticos en Internet tienen diferentes enlaces que ayudan a la comprensión
del mismo. Incluso incluyen fotos, infografías y videos sobre el mismo.
En cuanto a
la publicidad digital también tiene sus ventajas. La publicidad en radio y televisión hay que interrumpir el programa
que se está emitiendo mientras que en internet la publicidad queda al margen de
los artículos o de los archivos de vídeo o audio sin interrumpir el contenido.
Los internautas perciben los mensajes publicitarios de manera alternativa a la
información que le interesa sin que la noticia tenga que detenerse para que le
preste atención al mensaje publicitario.
La hipertextualidad es también un elemento clave y protagonista en el entorno
digital que da la posibilidad a los lectores de ampliar la búsqueda de
información, ayuda a contextualizar mucho mejor una noticia y de esta forma es
el lector quien decide hasta qué punto quiere profundizar en el tema. Otra de
las características a destacar es como se desvanecen las barreras entre los
distintos géneros periodísticos y las herramientas que apoyan los textos, cada
vez se aúnan y complementan más entre ellos, pudiendo emplear y aprovechar la
potencialidad del elemento audiovisual para apoyar cualquier información.
Pero
sin duda una de las mayores ventajas y características del nuevo paradigma
digital, es la interactividad, el hecho de que exista un intenso feedback entre
emisor y receptor, ya que no solo dota al medio de un gran dinamismo, sino que
da la posibilidad al lector de interactuar, algo que crea mucha cercanía y proximidad
con el periodista o escritor. Y que además constituye una de las más efectivas
herramientas del siglo XXI y por supuesto del sistema democrático, ya que
brinda la oportunidad a todos los lectores de opinar, sugerir, preguntar o
aportar información y eso en gran medida es fundamental y necesario siempre que
se haga con juicio y crítica por parte de los lectores y se utilice como la
buena herramienta que es.
PERIODISMO DIGITAL EN MÉXICO
Pionera de todos los cambios que ha experimentado el periodismo, la prensa mexicana también lo fue al incursionar en Internet.
Pueden distinguirse tres etapas. La primera se dio a mediados de los años ochenta del siglo XX y fue producto de la incorporación de computadoras a las redacciones. Para finales de esa década, casi la mitad de los diarios nacionales se habían automatizado, en tanto que el resto ya disponía de computadoras (Menéndez y Toussaint, 1989).
La segunda etapa consistió en mostrar en línea, de manera sistemática y con acceso libre, versiones concebidas como espejo de sus ediciones impresas. Como detallaremos a continuación, a este período corresponden los primeros acercamientos, alrededor de 1995, de La Jornada de la ciudad de México y El Norte de Monterrey, que comienzan a colgar sus contenidos impresos en un sitio web abierto especialmente para ello.
Esas réplicas del formato papel aún hoy persisten en periódicos locales o de escaso tiraje. Finalmente, una tercera etapa, en la que nos encontramos, consistió en la incorporación franca, aunque desigual, de la prensa on line a las ventajas de la convergencia digital, aprovechando recursos interactivos y buscando una relación dialógica con el lector. Casi todos los diarios de circulación nacional y/o regional de importancia adoptan desde entonces la tendencia de estar presentes en la red.
Como decíamos, la segunda etapa comienza a mediados de los años noventa, con la aparición de las primeras publicaciones digitales. En efecto, el 5 de febrero de 1995 aparece formalmente en México el primer periódico digital: La Jornada (www.jornada.unam.mx). Este diario, que había sido fundado en México DF el 19 de septiembre de 1984, lanza su primera edición digital como copia exacta de la impresa, incluyendo fotos y formato (Crovi et al., 2006). El pronto crecimiento de la oferta digital en el país lo registra en 2002 Lizy Navarro, quien reporta la existencia de 147 periódicos en línea (Navarro, 2002).
La presencia en red de La Jornada le brindó la posibilidad de darse a conocer internacionalmente, sobre todo entre mexicanos residentes en el extranjero y entre otros medios que la percibieron como fuente informativa. Al evolucionar como medio con presencia digital, requirió un proceso de cambio tecnológico y en el diseño que lo llevó a modificar las páginas originales y a alcanzar diferencias sustantivas entre las versiones impresa y en línea. A pesar de ser pionero y de haber pasado por un proceso importante de actualización de su infraestructura digital, la renovación de su versión en línea no priorizó la interacción que ofrece Internet y su hipertextualidad, sino la ampliación de su cobertura.
En 2014, además de la edición impresa, ofrece dos versiones en línea: una réplica de la impresa y la digital, que difiere de la anterior por su estructura informativa, aunque con contenidos similares. Se omite la publicidad y se actualizan informaciones importantes a lo largo del día, pero debido a que su opción es seguir ofreciendo el periódico de manera gratuita, tal como lo hizo desde su origen, sus me- tas fundamentales están centradas en continuar posicionándose como un periódico crítico, cuyos lectores lo buscan por esa razón. Posee ediciones locales en varios estados del interior del país (Aguascalientes, Oriente, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Morelos, Puebla, San Luis Potosí, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas), pero no todas cuentan con versiones en línea. Desde 2010 ofrece aplicaciones para ser recibida en teléfonos móviles, servicio denominado La Jornada móvil. Los recuentos oficiales de tirada, no demasiado fiables, indican que este periódico imprime unos 107.000 ejemplares al día.
Reforma (www.reforma.com) fue el segundo periódico de cobertura nacional que ofreció, en 1996, una versión digital. Se edita en la ciudad de México desde 1993 y pertenece al grupo periodístico El Norte, del estado de Nuevo León, que cuenta con ediciones zonales.
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